Superada ya la primera ronda de los playoff, la NBA ha procedido a rendir honores a una de sus grandes figuras, Paul Pierce, quien ha colgado las botas tras casi dos décadas en la liga. Y es que los Clippers no pudieron alargar su carrera hacia el anillo sucumbiendo ante unos Jazz en los que la disciplina táctica, y el trabajo colectivo les ha aupado a puestos de privilegio en el Oeste. De la mano de Quin Snyder y la estrella silenciosa Gordon Hayward los Jazz afrontarán el siguiente reto, acceder a las finales de conferencia, para ello deberán doblegar a los grandes favoritos, Golden State Warriors. Por su parte los Clippers afrontan un verano complejo en el que es muy probable que se produzca una revolución en el equipo, dado que sus dos grandes figuras salen al mercado de agentes libres, Chris Paul, y Blake Griffin, muchas incógnitas alrededor de lo que harán con su futuro, y nombres asociados como el de Carmelo Anthony se intuyen determinantes para dilucidar el final de esta historia.
Boston ha dado su primer golpe cumpliendo las expectativas doblegando a los Wizards, aunque la serie se intuye larga, Washington no va a permitir que el equipo de Stevens pueda tener un camino plácido hacia las finales en el Este. La aportación del banquillo de Wizards será determinante así como la capacidad de Gortat de mostrar su superioridad ante la falta de centímetros de los de Boston. Lebron James por su parte tratará de nuevo de evitar esfuerzos innecesarios, Toronto con las dudas generadas ante los Bucks no parece que pueda ser rival para unos Cavs que con el objetivo bien fijado, y afinados los ajustes que permiten optimizar la rotación, y la aportación personal de Love e Irving se presentan como principales favoritos.
Para finalizar en Texas se volverá a producir un enfrentamiento a cara de perro entre dos proyectos que intentan sacar el mayor partido del rendimiento colectivo de sus plantillas, el modelo analítico creado por Morey, GM de los Rockets, basado en cierta medida en la extrapolación del concepto ‘Moneyball’ en el béisbol aplicado al baloncesto, y la creación de Buford y Popovich, considerado como ejemplo de modelo que prioriza lo colectivo sobre lo individual, a una pregunta de un periodista sobre si se consideraba el mejor jugador de la NBA, Kawhi Leonard dijo: ‘No me interesa ser el mejor jugador del mundo, quiero ser el mejor equipo de la NBA’. Con esa premisa lo que si se antoja épico será el duelo entre Harden y el propio Leonard, quién sea capaz de doblegar al otro será quién se lleve la eliminatoria y el pase a las finales de conferencia.
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