2011 supuso la coronación de los Mavericks en la liga, su primer anillo era una realidad. La franquicia de Mark Cuban soñaba con perpetuar ese estado de felicidad deportiva en el tiempo, sin embargo el declive fue paulatino hasta encadenar una de las peores temporadas de su historia. La sombra del tanking sobrevolaba y manchaba la imagen del equipo, su objetivo era poder reclutar una joven promesa que pudiese ser el impulsor de un nuevo cambio de rumbo para los Mavericks. Sólo había un objetivo encima de la mesa, Luka Doncic. El destino parecía escrito y el joven talento esloveno puso rumbo a Dallas la misma noche del draft. Las expectativas en torno a su figura son máximas, normal si tenemos en cuenta el curriculum que con 19 años se ha forjado en Europa, las alabanzas del entorno no deberían confundir a Luka, llamado a ser uno de los rookies del año en la NBA.

Rick Carlisle ha visto el cielo con la llegada de Doncic y la presencia de Dennis Smith Jr, un eléctrico base que conformará con el esloveno una dupla exterior en la que se aúnan la inteligencia y creatividad del primero, y el físico y anotación del segundo. Dominadores del juego sobre bloqueo, los principales socios serán el eterno Nowitzki y su letal tiro exterior, y DeAndre Jordan, un dominador de la pintura en ambos lados de la cancha, cuya potencia debe convertirlo en uno de los interiores más determinantes de la NBA. Ante una nueva oportunidad de reivindicar su talento perdido estará Harrison Barnes, cuyo elevado salario no se traduce en un rendimiento a la altura de lo mostrado en su etapa en Warriors, la apertura de espacios será uno de los elementos con los que Carlisle tratará de explotar sus virtudes.

Expectativas muy altas en una ciudad con fama de exigente, un mercado muy potente dentro de la NBA que espera resurgir del lodazal en el que estaba instalado estos últimos años. El objetivo de playoff sería el primer paso para volver a recuperar una posición de respeto en la liga, sin embargo apostar todas las cartas a la juventud de Doncic, y Smith Jr parece arriesgado en una conferencia que no perdona la irregularidad. La conjunción en pista con DeAndre Jordan será determinante para conseguir el objetivo o no, reto difícil ante tanta competencia.
